En un mundo lleno de competidores feroces, productos estandarizados y empresas genéricas, el consumidor se ve en medio de un constante bombardeo de cantidades masivas de información y anuncios publicitarios, misma información que mientras más tiempo pasa, nos comienza a generar cierto tipo de rechazo y convierte ese anuncio o post de venta, en un post aburrido, repetitivo o que roza lo desagradable; es por eso que en la actualidad es tan importante el ser diferente y dejar de lado los recursos de stock genéricos, y mejor comenzar a crear y planear desde un punto de partida creativo y diferente.
Es momento de comenzar a crear vínculos más fuertes con nuestros consumidores y también es hora de que las empresas comencemos a diferenciarnos interna y externamente de las demás compañías. Para lograr cumplir de manera efectiva esto último, existen los servicios de Branding.
Al final de este artículo hay un regalo que podrá servirle mucho a tu negocio, te invitamos a continuar leyendo.
¿Qué es y para qué sirve el Branding?
Así como las personas tenemos estilos, nombres y demás características que permiten distinguirnos de las demás personas, las marcas también pueden tenerlas, pero el lograr establecer dichos elementos de manera coherente y atractiva no es un trabajo sencillo, por ello el Branding es el servicio encargado de realizarlo correctamente.
Cuando un Branding está bien hecho es muy facil de reconocer, pues sus resultados no tardarán mucho tiempo en florecer, las ventas incrementarán, más personas recordarán tu nombre/imagen y se mejorará el posicionamiento de la empresa con respecto a la competencia.
Todo suena increíble, ¿cierto? y es que ciertamente hay pocos por no decir ningún punto negativo que pueda directamente afectar a la empresa cuando esta se encuentra en una etapa temprana sin ser del todo conocida; sin embargo los problemas pueden verse cuando este tipo de servicios no se implementan adecuadamente y se sensibilizan aún más en empresas ya establecidas
Un ejemplo de esto es el caso de Gap y su cambio de imagen en 2010, mismo que no duró mucho, debido a los resultados tan negativos y perjudiciales obtenidos durante el tiempo que estuvo vigente.
Este caso mencionado es una de las polémicas más extremas en lo que a Branding o Rebranding se refiere, pero hay múltiples casos de éxito que reafirman el gran efecto en ventas de un cambio de imagen anticuado a uno más moderno.
Todos nos tenemos que renovar:
A menudo solemos encariñarnos con posesiones o cosas que resguardan un significado muy relevante para nosotros o que simplemente se han convertido en una gran parte de nuestra vida cotidiana, sentimientos que se interponen y llegan a nublar nuestro criterio en esos momentos críticos en los que debemos juzgar objetivamente si su conservación aún es necesaria o si simplemente es un capricho; algo similar ocurre en el mundo empresarial. Dueños de negocios a menudo ordenan el nunca cambiar la imagen de la marca “pues así es como les gusta” y dejan de lado lo que podría ser mejor para la empresa... Escuchar al cliente.
Es muy importante que cada cierto tiempo se realicen encuestas e investigaciones en las que podamos valorar la opinión de las personas sobre nuestra marca, estas herramientas nos darán una gran cantidad de información que posteriormente podremos utilizar e implementar en nuestra compañía y así realizar cambios para fortalecer nuestros puntos débiles.
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Si lo que quieres es un análisis que no requiera de todo el esfuerzo de una investigación de mercado completa, te invitamos a que descargues la siguiente plantilla en la que podrás realizar una auditoría rápida de marca y así evaluar que tan efectiva es tu imagen actual.